Diseño de proyectos y RAM biológica

Esta semana está a punto de estallar de eventos y mañana viajo, mi RAM biológica está saturada, pero la motivación es tanta que seguimos con más fuerza que nunca.

Durante esta aventura que empezó hace ya casi dos años, hemos experimentado todo tipo de sensaciones, casi siempre buenas. Pero lo que nunca había experimentado de una manera tan real es la «aceleración del cambio». Ver sueños e ideas materializándose, de manera casi inmediata y a gran escala. Replicándose.

Igual, los tiempos o el concepto de tiempo no es el mismo en Europa que en Latinoamérica. Cada lugar tiene sus ritmos. Pero cuando trabajamos y co-creamos en una red con nodos-organizaciones esparcidas por diferentes puntos del planeta aparecen un nuevos bioritmos que hay que aprender a domesticar. Por un lado está buenisimo poder vibrar a un bioritmo propio (de la red), es extremadamente inspirador. Pero por otro lado, cada nodo debe aprender a integrarlo al pulso de su entorno físico, y ahí es donde puede empezar a desestabilizarse todo sino se cuenta con un buen acompañamiento.

Aquí la primavera es tan intensa que casi se siente verano, pero el otoño europeo marca el inicio de las clases en la UOC. Último cuatrimestre para cerrar el Máster de Investigación en Internet y Sociedad de la Información y el Conocimiento (IN3) que hace tiempo vengo cursando, a mi manera, adaptándolo a mis proyectos de cada momento. También seguimos con DHARMa, esperando la respuesta de CONICET, planteando hipótesis en el campo de la Social Simulation y evaluando la posibilidad de empezar un doctorado…

Y además apareció la posibilidad de proyectar un Ecomedialab cerca de Mendoza (una novedad de la que espero escribir muy per que muy pronto).

Aún así, y a pesar de que querer conciliar la vida académica con la vida profesional es complejo -cuando académico aún no significa profesional- los resultados están siendo óptimos. Ya que el know how que se va adquiriendo sirve a la vez para rendir materias y para diseñar nuevos proyectos, minimizando la generación de entropía… Aunque la previsión y el diseño organizativo se convierten en claves para evitar saturación, malas ejecuciones o proyectos zombies…

Por eso que el Domingo empezamos un curso intensivo de Dragon Dreaming en Brandsen (Buenos Aires), una metodologia de diseño y gestión de proyectos (hice ya un curso introductorio hace pocos meses) que contempla a las organizaciones como sistemas vivos y está estrechamente relacionada con la epistemología de la complejidad, la ecología profunda y los Trazos de la Canción de los aborígenes australianos. Un aporte impagable de técnicas y herramientas para trabajar en procesos grupales cooperativos y diseñar proyectos exitosos.

Por eso durante este último cuatrimestre de la UOC y en mis proximas actividades con DHARMa voy a tratar de aplicar técnicas de Dragon Dreaming (junto a SCRUM, Agile y otras metodologías) a la investigación y al diseño de proyectos relacionados con la generación de nuevo conocimiento. El reto es una vez más, acercar conocimientos que me llegan de la periferia a la Academia. Articular un mashup epistemológico personalizado para poder seguir avanzando con éxito y siempre a mi manera por los serpenteantes caminos de la investigación.

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