El sector audiovisual, en España, aún no ha conseguido erigirse como sector estratégico, en comparación con el volumen de negocio que representa en otros países. Un sector enrocado en un mercado local que contempla la industria como sistema político de subvenciones. Y es que en la industria audiovisual como dice Manuel Castells: «Faltan imaginación, conocimiento y audacia».
«En las crisi hay dos tipos de personas:
Los que lloran y los que venden pañuelos»
Pedro Pérez, Presidente de FAPAE, presentaba las estimaciones de facturación del 2010 en 2.600 millones de euros, además de la creación de empleo directo para 15.000 trabajadores. Una estimación que no alcanza los 2.278 millones facturados en 2008 y que por lo tanto pone de manifiesto que la eclosión de la digitalización cada vez pone las cosas más difíciles a los modelos de explotación convencionales de la indústria audiovisual. Modelos que han entrado en crisis debido a la destrucción creativa.
A pesar de la obviedad, es conveniente señalar la convergencia tecnológica como el estadio dónde deben desarollarse los nuevos modelos para hacer frente a la «crisis» de la industria audiovisual (convencional). Hasta ahora esta industria se basaba en la creación y explotación de contenidos en unas ventanas de explotación estáticas. Este «estancamiento», favorecía a la creación de monopolios y cada vez se alejaba más de las demandas de los usuarios (personalización). Aún así desde 2010 está habiendo algunos cambios estructurales en el sector . Parece que más allá del Internet , el 3 D y la crisis , hay que regenerar las políticas de creación de contenidos par poder promocionar las nuevas infraestucturas de los new media y sobretodo para aprovechar las políticas de innovación…
La crisis ha afectado principalmente a los más grandes aunque ha fomentado una gran experimentación en el terreno de la autoproducción, cada vez más importante en el marco de la indústria audiovisual: proponiedo nuevos modelos de financiación a través del crowdfunding y experimentando con la expansión transmedia. Y es que en las estratégias en innovación es básico incidir en la emoción que vive el usuario al experimentar con el contenido. Las nuevas producciones dan una mayor importancia en los procesos de creación, acercándose al público potencial desde el primer momento. Este modelo de autoproducción asume que es necesario desarrollar experiencias para el usuario (Los productos que se expanden en múltiples formatos tienen mejor feedback y rompen con las ventanas de explotación convencionales).
Aún así la autoproducción no es la solución (no la que debe sustentar el sector industrial) por eso hay que mirar hacia otros lados : El sector de los videojuegos en España, por ejemplo, ha experimentado una gran consolidación y ha superado por primera vez a la industria cinematográfica en volumen de negocio.
Quizás porque los videojuegos siempre han estado más vinculados al mundo de la tecnología que al de la cultura
(Postgrau d’Innovació en la creació de continguts audiovisuals UOC-Digitalent)
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